Muchos han aprobado todo, otros no, algunos ya han alcanzado el nivel de su edad, mientras que en otros casos aún deben trabajar para conseguirlo.
Como especialista en alumnos con dificultades escolares, recomiendo que los niños, tanto unos como otros, descansen, pero es muy recomendable seguir trabajando las materias básicas o instrumentales hasta el comienzo de curso; estas son lengua y matemáticas. En cursos de primer ciclo es importante hacer incapié en lecto-escritura, cálculo, comprensión, atención, orientación espacio-temporal y percepción, siempre y cuando su desarrollo sea normal, si no fuera así habría que trabajar las áreas afectadas de manera específica, o los problemas concretos diagnósticados.
El verano tiene muchos días, por eso, creo que, a rasgos generales, con unas cuatro o cinco horas semanales sería suficiente, siempre complementando con una lectura amena que de forma voluntaria cada niño debe seleccionar en su tiempo de ocio.
Es bueno ir formando poco a poco una pequeña biblioteca infantil para estimular y motivar al niño/a
en su hábito lector, pues será fundamental para su posterior desarrollo lengüístico y por lo tanto educativo,
pues no hay que olvidar que el lenguaje es la herramienta de la que disponemos para comunicarnos y la base
para poder llevar a cabo el resto de aprendizajes.
Existe gran material específico que las editoriales publican cada verano, aunque hay muchas otras opciones,
como por ejemplo juegos y actividades de pasatiempo que ayudarán al niño a mejorar sus áreas de desarrollo.
En cualquier caso, internet se ha convertido en una gran herramienta de información y dispone de múltiples recursos.
¡A trabajar y sobre todo, a disfrutar del verano!
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